La escalera de valor en mi oferta
Muchas veces cuando empezamos, nos centramos mucho en un producto concreto. Queremos focalizar toda nuestra atención en dicho producto o servicio. ¡Oye, y no está mal! Pero quiero llamar tu atención en algo que me ha pasado a mí personalmente… cuando empecé a definir mi producto (un curso o formación) me di cuenta que tanto en el libro electrónico que cree para afianzar la lista (gancho o “lead magnet”, revisa el diccionario del emprendedor), como en el propio curso, había montones de referencias a «guías prácticas», «listas de recursos o herramientas», bibliografía o enlaces importantes», plantillas para casa, documentos de Word o plantillas Excel que yo mismo usaba… todo era parte o se usaba en ese curso, pero ni me había parado a pensar que, en sí mismo, cada una de esas piezas, tenía sentido como un producto, comercializable o, al menos, con un valor económico, independientemente que luego lo incluya como parte del curso, como bonus, como plantilla o guía paso a paso… Y ¿sabes lo mejor? pues que los puedes colgar en tu tienda como productos reales que vendes, de forma fija y contante, a bajo o medio precio pero que vendes…
Si tienes en cuenta el consejo anterior, eso te servirá para dos cosas, por un lado para reforzar la idea del precio de tu curso o servicio… porque se compone de «elementos» que en sí son productos o servicios… y por otra parte, para vendernos de forma permanente (“evergreen”, ver diccionario de marketing digital) como productos que a mucha gente le pueden ayudar a resolver un problema parcial y a ti, a complementar o vender, con cada uno de ellos tu producto o servicio de mayor valor (es importante que referencies en todos los productos que forman parte, que se relacionan o que tienen mucho más sentido en un contexto de tu curso -por ejemplo- o tu método o tu servicio.
Intenta disponer de recursos que se puedan vender de forma independiente o en forma de pack, como un producto más completo. Con eso al final, irás construyendo una «escalera de valor» que debería tener productos de bajo coste (tipo 17€, 25€, 77€…), de costes medio 100-300 € y todo orientado a tus productos de más alto ticket, de 1000€ para arriba -dependiendo de tu mercado). Por eso, cuando estés creando tu producto o servicio, identifica qué «piezas» son susceptibles de ser comercializadas de forma independiente: listas de verificación (checklist), informes que hayas hecho, metodologías, plantillas que uses para el día a día, vídeos más cortos o series de vídeos que si los vas juntando, puedes vender como vídeos sueltos o en cursos cortos… Piensa que cuando haces una oferta o venta, puedes ofrecer como complemento un «upsell» y hacer que la propia venta se incremente en coste, o un “downsell”, para la gente que no le van los productos más caros pero si que se compromete con uno de más bajo coste. ¡Construye tu escalera de valor!