¿Crees que tienes las habilidades y conocimientos necesarios para el éxito en el siglo XXI? ¿Crees que la escuela está proporcionando a tus hij@s las habilidades y destrezas y conocimientos necesarios para sobresalir y resolver problemas en la vida real? O ¿crees que están adquiriendo conocimientos que olvidan y que no tienen una aplicación práctica en su día a día?
La escuela y la formación no es un fin en sí mismo, ni siquiera una forma de obtener un título o unas cualificaciones… la formación debe ser un vehículo para explotar nuestra inteligencia y nuestras capacidades para descubrir, experimentar nuestro potencial en todo lo que hacemos; y esto incluye lo cuantitativo y lo cualitativo.
Esto debe incluir la gestión correcta de las emociones, la inteligencia múltiple, la capacidad de resolver problemas, la capacidad de trabajar en equipo y la capacidad de evaluar el progreso en base a diferentes métricas para poder avanzar y cambiar las cosas ¡a mejor ! -claro!
El fin de la formación no es tener conocimientos o destacar sobre otros, o tener más nota o más títulos.
Hay gente con muchos títulos que no ejerce, o que no aplica o que no tiene una especialización que le permita destacar o cambiar las cosas.
Hay gente con muchos conocimientos que no aporta valor ni ayuda al progreso, al cambio, a la transformación social.
Hay gente sin estudios, o sin títulos que aporta mucho valor en círculos concretos o a grandes masas. Gente que mueve, que empodera y que facilita los cambios dentro de unos criterios de libertad y de sensatez que no oprimen, que dinamizan, que no coartan, que fomentan la participación y la toma de decisiones en pro de un mundo mejor, sin pisotear a otras personas por el camino.
Y todos estos pensamientos son los que me han hecho abordar y poner en marcha este proyecto, “Reimagina tu vida”.
Mi proyecto emprendedor tiene por objetivo último «cambiar las cosas a través del conocimiento y el bueno uso de la tecnología y todo lo que aporta en nuestra vida y nuestra sociedad», evidentemente esto es muy genérico y lo que todos queremos. Por eso, el proyecto lo he relacionado con descubrir, aprender y consolidar un modelo de familia digital donde los padres sepan los fundamentos de la seguridad de este medio y del papel de la tecnología en la vida de sus hij@s, y facilitar dinámicas de trabajo conjuntas para que la distancia lógica entre los adultos (que hemos llegado ya tarde a la tecnología) y l@s niñ@s, que la tecnología es algo natural desde su nacimiento, no sea un problema, es más, para que sea un vehículo de crecimiento y de responsabilidad, y lo más importante, que les ayude a padres e hij@s, llegado el caso, a emprender.
Enlazando con el objetivo general, a través de la formación práctica, de actividades relacionadas con la tecnología queremos que madres, padres, niñas y niños, usen más y mejor la tecnología y la usen para colaborar, para comunicar, para trabajar juntos, para romper las barreras geográficas, en definitiva, como un medio transformador que no van a aprender en la escuela actual.
Un ejemplo, en mi caso ya trabajo con mis hij@s en esta línea y Pablo (11 años) ya tiene su canal Youtube, donde intenta enseñar a otros niños a animar, contando su experiencia, y cómo ha ido aprendiendo él.