¿Es una buena idea emprender si estoy asalariado y trabajando por cuenta ajena? Esta pregunta seguro que está en la cabeza de mucha gente que alguna vez ha sentido el gusanillo de aventurarse con un proyecto emprendedor, en especial, en el mundo digital, que es más fácil o podemos decir que tiene menos fricción de entrada o riesgo, como lo quieras ver.
¿Si estoy ya empleado por cuenta ajena… debo emprender?
Si te llama el emprendimiento, si piensas -y deberías pensar- que tienes la capacidad de poner en marcha un negocio digital que complemente o que sustituya a tu trabajo actual, sí, debes emprender, no tardes en empezar. Hazlo.
Piensa en la gente que puedes ayudar con tus conocimientos, habilidades, con tu personalidad… con aquello que eres especial o que tienes un punto de genialidad que los demás valoran… Si puedes ayudar a mucha más gente de la que llegas en tu trabajo diario… sí, debes emprender. Piensa que, si tienes ese potencial, esa capacidad de ayudar a los demás, deberías intentar por todos los medios conseguir vender un producto o servicio que te permita, bien complementar tu sueldo actual, o bien, llegado el momento, sustituirlo por completo y elegir una forma de vida libre y que dependa exclusivamente de ti y de tu potencial.
Busca la forma que, al principio, te permita compatibilizar trabajo por cuenta ajena con proyecto emprendedor. Aprende, lee, fórmate… y ve implementando una, dos, todas las ideas que puedas, intenta vender algo, una vez consigas la primera venta, será un punto de inflexión en tu ser emprendedor.
Cómo organizarse para trabajar por cuenta ajena y emprender
Pues lo primero es partir de la realidad y tener los pies en la tierra. Tienes menos tiempo que el resto, asúmelo. Pero que eso no sea una barrera, debes buscar los medios para compatibilizar la definición y puesta en marcha de tu idea con tu trabajo actual y con el tiempo de tu familia (NO PERJUDIQUES a tu familia si la tienes, debes tener su apoyo y es importante que estén convencidos de que vas en serio y que lo haces con sensatez y con perseverancia). Organízate bien. Como consejo… hazte un cuadrante de tiempo, detecta los huecos donde puedes juntar una o dos horas sin perjudicar el tiempo familiar y anótalo para aprovecharlo para tu proyecto. Los fines de semana suele ser más fácil encontrar bloques de 4-5 horas seguidas, aprovéchalo.
Haz una lista de tareas a desarrollar para que tu proyecto avance, ordénalas por orden de importancia (mantén siempre todo lo más simple que puedas, no sobre compliques las cosas). Cada semana, reparte las tareas en los huecos de tiempo que tienes, y luego intenta cumplir los objetivos, debes avanzar en tu proyecto con cada tarea. A veces hay acciones que no tienen resultados, bien, no te castigues, esto nos pasa a todos… aprende y vuelve a intentar la siguiente tarea o acciones.
Ten en cuenta que el mundo digital es mucho más dinámico y ágil que un negocio tradicional y que probar cualquier cosa, sacar un curso, hacer un masterclass, un podcast… Si lo piensas no debe llevarte más de unas pocas horas incluyendo la publicación en tu Web u otro medio. Orienta tu tiempo para probar, probar muchas cosas y, lo más importante validar, es decir, buscar una venta, y luego otra, o mejorar la anterior… las acciones que realices y el tiempo invertido, tu organización, debe tener puntos de retorno con comentarios de la gente o ventas. Eso te dará una inyección de optimismo con tu proyecto.
Emprender en familia
organizarse
Emprender consume energía y recursos (también económicos). Planifícate bien y organiza tu vida, ya sabes: tu tiempo, el de tu familia, amigos y comunidad y trabajo en caso de que lo tengas. Si vives en familia, tu tiempo debe repartirse de manera correcta y equilibrada sin perjudicar valores y relaciones directas.
Tu pareja debería ser tu mayor aliada/-o. Habla con ella, comenta tus miedos, tus inquietudes, explícale cómo afectará -no debería impactar de forma negativa- tu emprendimiento a la familia, pide ayuda para las decisiones que más impacto puedan tener.
Si tienes hijos, hazles partícipes de la cultura emprendedora, de la importancia de emprender, de probar a monetizar nuestras habilidades ayudando a la gente. Comparte estrategias, ideas, proyectos… y juega, juega mucho con ellos. En mi caso me sorprende la cantidad de ideas que saco de los pequeños de la casa.
Empezar pronto
No se puede… ¡se debe! Piensa que la educación actual NO responde a las preguntas ni a las necesidades reales que nuestros hijos necesitan. Está bien, la educación es necesaria, les enseñan muchas cosas, muchas matemáticas, lengua, historia… saben memorizar muy bien, entiende lo que te digo… pero la competencia emprendedora no la maneja ni la trabajan en las aulas, porque no hay cultura emprendedora real en un aula, piénsalo.
En la familia hay muchas posibilidades de rentabilizar el tiempo y las aficiones de todos ayudando a los demás. Un canal de YouTube, un blog, un curso de algo que se le da muy bien a tus hijos, actividades del día a día que pueden ayudar a otras familias o niños a ser más felices… hay que pensar en la forma de emprender en familia y de ayudar a los demás. Vender es ayudar, recuérdalo, y no pasa absolutamente nada porque los niños en casa sean conscientes desde bien temprano, de estos valores y de estas acciones y que les enseñemos DE VERDAD el valor y el uso del dinero y la cultura del emprendimiento en nuestras vidas.
Siempre surge el problema de la exposición en Internet de los niños. De nuevo y si te preocupa realmente, piensa en que pueden hacer vídeos de YouTube sin salir ellos mismos, con vídeos de pantalla, podcast o audio comentando lo que hacen -¡que tenga sentido!- Publicar en un blog una redacción, un dibujo hecho en clase, contar un cuento. Hay muchas cosas que se pueden hacer en digital, con y sin imagen de personas haciéndolo.
Aprovechar nuestro contexto familiar para potenciar nuestro proyecto
Una forma de reforzar tu vida como emprendedor, si tienes familia, es llevar esta misma cultura a tu propia familia. ¿Hay algo que tu pareja pueda ofrecer en digital? ¿tus hijos tienen habilidades que tienen una componente digital que podría ser de ayuda a otra gente? Mira… en mi caso, nos gusta hacer manualidades en casa… siempre tienen una componente digital, algo que vemos en la tableta, algo que vemos en YouTube, o una web o blog… el caso es que lo pasamos bomba haciendo cuadros para casa, o cuentos que luego publicamos en el blog, y les añadimos dibujos que los propios chicos hacen y luego escaneamos o fotografiamos… es un ejemplo… pero esto les ayuda a estar en contacto con la tecnología y con «cosas», que luego son susceptibles de interés por parte de otras personas.
Publica un vídeo en YouTube con la actividad anterior, y promuévelo entre tus allegados y amigos… Te das cuenta que la gente lo ve, se suscribe, te da “Me gusta” (“likes”) … y son cosas sencillas que, en un punto, ¿por qué no vamos a poder explotar en forma de servicio o producto? Estas cosas ayudan a crear piña en casa, a que tu pareja, tus hijas o hijos entiendan que lo que nos han enseñado desde pequeños es sólo una parte de la realidad y hay un mundo GRANDE y nuevo, lleno de posibilidades, que está esperando ideas frescas, contenidos y publicaciones no sólo de los emprendedores adultos…
Fomenta la cultura emprendedora en casa… háblales a los niños de la importancia de vender = ayudar, del dinero y de las profesiones -que hace poco no existían-. Explícales que es más que probable que tengan oficios en un futuro cercano, que hoy no existen -es mi caso-, y seguro que conoces cientos de ellos: copywriter, trafficker, ingeniero cloud, científico de datos, programador de robots… Haz que el «gen» emprendedor esté en cada rincón de tu casa, además de en tu vida. Imagina ideas frescas, creativas y divertidas de involucrar a tu círculo más cercano en este mundo del emprendimiento que es fabuloso y que está llamado a cambiar el mundo como nunca antes se ha hecho.
